Escribo
desde mi llaga,
del cuerpo
que tiembla
y siente,
de la
herida penetrante
que hay en
mi vientre
desde el
nacimiento
Lloré
demasiado y,
aun a veces
lo hago
apoyada en
tu hombro
Recuerdo tu
olor
Todavía
late el pecho al compás
de las
campanas
que anuncian
las horas
Irme lejos,
lejos
Donde no me
encuentre,
donde las
palabras me dejen
Tiemblo,
¡cuánto tiemblan mis manos
sobre el
papel en blanco!
Dices, a
veces, consigues hablarme,
sin embargo
el silencio
se cuela en
las heridas
No se nada
y necesito saber
Olvide como
hablar
El regreso
a casa
es lento y
doloroso
¿alguna vez
me fui?
Naufrago
entre las palabras,
en la vida
que me pasa por encima
Mañana ya
no hay nada
Estoy
apurada por descubrir
Repetición
de lo que soy- estoy
y me
refugio en ti,
para dejar,
para calmar
la
melancolía de no tenerme
en el
tiempo,
de no
aguantarme las ganas
Dejar de
respirar sobre tu oído
Callar
hasta poder hablar el idioma
que hace
fluir la sangre,
la misma
que cae
desde mis
venas abiertas
Tengo miedo
Camino por
el borde de la cornisa
Extraer
desde el filo que separa
La vida y
la muerte esas gotas
de deseo
que caen por la entrepierna
Me abruma
esa capacidad
que esconde
mi vientre de dar vida
y hoy,
muere algo en mí
Me rebelo
contra esta existencia,
sin embargo
permanezco aquí
intentando,
tan sólo queriendo
Miles de
voces murmuran
el silencio
del mundo
se vuelve
grito, gemido
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