A veces
dejo de ser esa niña
abrazando
la almohada
consolando
las llagas de tus
manos
profanadoras
de tu sexo
invadiendo
mi
entrepierna
de mi pecho
latiendo
por dejar
de latir
y caer en
el jadeo
de tu boca
ahogando
la
incertidumbre
de no saber
lo que sucede
No pedí ser
sucumbida
por tu
deseo enfermizo
pero tus
garras
se
aferraron a mis senos
Arrancar se
ha vuelto
giros en
una rueda
como una
rata asustada
esperando
correr en cualquier
momento
rumbo a la libertad
de los
recuerdos
Presa de
tus palabras
doy vueltas
sobre mi cama
cae una
lágrima
sobre la
almohada
y la vuelvo
a abrazar
para
consolar las llagas
me gusta la forma de tus textos, pero, a veces me cuesta diferenciarlos, unos de otros
ResponderEliminarme imagino, a mi también me cuesta diferenciarlos, son como un gran texto de lo mismo...
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